“Me opongo a esta Ley de Zona Fría, porque no hace otra cosa que profundizar la desigualdad”.
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La senadora nacional Gladys González, bolivarense de origen y votada en 2017 por la provincia de Buenos Aires, votó en contra del proyecto de zona fría que favorece a muchos distritos del país, entre ellos su ciudad natal. Entre sus argumentos se escuchó el que es una ley “pro ricos” y “pro combustibles fósiles”.
Dijo González en su argumentación sobre fines de la semana que pasó: “Algunos legisladores, tanto diputados como senadores, celebran este proyecto de Ley como una reparación, como una política de justicia social, como una herramienta para garantizar una argentina de iguales. Todos ustedes saben que soy una senadora que ha acompañado cada decisión en ese sentido, en el sentido de la igualdad y de la equidad, lo acabo de hacer votando la Ley de acceso al empleo para personas trans, como me han escuchado argumentando que es una verdadera reparación histórica frente a décadas de discriminación, de violencia institucional, de la falta de oportunidades, una Ley que entiendo nos hace un país más justo”.
González agregó que “es justamente en honor a mi convicción, por esa argentina justa y equitativa, que me opongo a esta Ley de Zona Fría, porque no hace otra cosa que profundizar la desigualdad, la injusticia, porque beneficia a los más ricos. Esta Ley, como dice su propio ministro de Economía Martín Guzmán, es una Ley pro rico, tiene muy poco de justicia social y de redistribución de la riqueza, tiene mucho menos de progreso y de desarrollo económico, y además, encima de todo es un obstáculo en la lucha contra el cambio climático”.
Y envalentonada en el discurso argumentativo, la senadora señaló convencida que “podríamos decir que es una Ley completamente insostenible en el sentido más amplio de la palabra. Es insostenible socialmente porque es un subsidio generalizado, y cuando le damos lo mismo a personas con necesidades diferentes, claramente lo único que hacemos es profundizar la desigualdad social. Es insostenible económicamente porque aumenta la dependencia de la producción de gas de los subsidios del Estado, nos deja con menos inversiones, nos obliga a necesitar más gas en un país que había dejado de importar. Es insostenible ambientalmente porque fomenta la contaminación, nos hace más dependientes de los combustibles fósiles, y va en contra mano de lo que el mundo ya entendió, y nosotros también expresamos que habíamos entendido, que no podemos convivir ni vivir bien con el cambio climático”.
Y ya lista para dar a conocer su voto nominal, dirigiéndose al presidente del Senador, González añadió: “No quiero un país injusto en donde las personas más pobres de la mitad del país le pagan la tarifa de gas a las personas más ricas de la otra mitad, no quiero un país en el que le saquemos plata a las familias que muchas veces no llegan a fin de mes para pagarle a los ricos esta tarifa y que ellos puedan consumir más y más barato, con lo que eso además significa justamente en contra de cualquier incentivo al uso racional de la energía, al ahorro de energía y en consecuencia a la eficiencia energética. No quiero un país en el que elijamos quemar combustibles fósiles en vez de generar energía limpia en cada rincón de la Argentina, que además genera empleos, miles de empleos con inclusión real. Esta misma política nos dejó un país contaminado en la que los ricos recibían hasta cuatro veces más subsidios que las familias más vulnerables. Y vuelvo a mencionar a vuestro ministro, él dijo textualmente que en el esquema actual un usuario con tarifa social en La Matanza paga parte del consumo de un usuario de altos ingresos con un departamento en Bariloche”.
Y para terminar, señaló: “Si realmente queremos un país justo, el camino es otro, el camino es el del verdadero progresismo. Cuando hablamos de verdadero progresismo, hablamos de un camino que sería aumentar la tarifa social, un eficiente esquema de tarifa social federal, esa es una verdadera política de inclusión para las personas que menos tienen en todo el país, el camino de alejarnos de los combustibles fósiles, el camino de garantizar energía limpia para todos y más barata para los que menos tienen. Quiero un país justo y desarrollado en el que el Estado ponga a la sostenibilidad ambiental, social y económica al frente de todas sus decisiones, por eso voto decididamente en contra de esta Ley, porque es una Ley pro ricos y pro combustibles fósiles”.
Lo hijo junto al presidente de FORJA, Gustavo López, con quien lanzó en La Plata la convocatoria para construir una democracia social.