Sergio Croce: merece otra oportunidad

Fue el concejal más combativo que tuvo el radicalismo en los últimos dos años. Con un estilo frontal y de no guardarse nada se ganó el respeto de muchos.

Era el hombre de Erreca para una posible unidad con Ricardo Criado que al final no se dio.

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Sergio Croce, como varios casos en el radicalismo local, tiene una militancia de muchos años, más de la mitad de su vida la pasó dentro del comité de la avenida San Martín. Su amigo José Gabriel Erreca premió esa militancia llevándolo cuarto en la lista de 2011, que lo llevó al Concejo Deliberante, donde pasó dos años aprendiendo, porque pese a su experiencia política, el recinto es otra cosa, y es necesario aprender.

Cuando Gustavo García cumplió su mandato, parecía que quedaba un hueco en la historia del Concejo si de concejales combativos y picantes hablamos, cuyo ejemplo histórico es el de Adalberto Sardiña. Pero surgió Croce, se soltó, ocupó el lugar que dejó el Flaco con su estilo propio, con su vozarrón, y se ganó un lugar. Era el hombre de Erreca para una posible lista de unidad con Ricardo Criado que no se dio, y seguramente será quien ocupe lugares de privilegio en las listas a futuro, no porque sea amigo de nadie, sino porque se lo ganó con lo hecho en el Concejo.