Fue secretario del bloque de la UCR ininterrumpidamente entre 1985 y 2011.
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Miguel Zuccarino fue sinónimo de radicalismo, falleció en la mañana de hoy lunes a los 76 años tras padecer una enfermedad que poco a poco le fue agotando las energías hasta que su luz se apagó.
Habíamos estado entrevistándolo para que nos contara su historia hace algo más de un año, ya andaba con alguna dolencia evidente. Siempre cordial, siempre cigarrillo en mano, siempre la palabra justa, la pausa antes de hablar.
Comenzó la militancia a la vuelta de la democracia con el Movimiento de Afirmación Yrigoyenista (MAY), cuyo principal exponente fue el chaqueño Luis León, diputado nacional en varias oportunidades. En ese grupo estaban en 1982 los Iroz (Isidro y Alberto), Armando Miguel, Héctor Nicolás Piccirillo y él, entre otros.
El MAY no llegó a armar lista para 1983, no para concejales. Sí logró ganar la interna de comité con Isidro Iroz, y meter algunos concejales en la lista que encabezó Alfredo Carretero: Héctor Nicolás Piccirillo, Armando Miguel y Alberto Iroz, quien era suplente pero terminó siendo titular por la renuncia de Jorge Ravassi.
Miguel era un poco el pensante del grupo, el tipo que estudiaba la filosofía del movimiento nacional al que apoyaban y bajaba la explicación al llano para que todos lo entendieran. En aquella época era normal que cada cuatro o cinco palabras se le escuchara nombra a León, un referente de ese radicalismo lírico que muchos extrañan hoy, porque la realidad es que ya no existe.
En aquel armado de 1983 quedó relegado, siguió participando desde su lugar de siempre hasta que llegaron las elecciones de medio término en 1985. Allí fue electo por la nueva integración del bloque radical como su secretario, y permaneció en el cargo por más de 20 años. Si hay un sinónimo de radicalismo y permanencia en el HCD durante los años, ese es el de Miguel Zuccarino, aún por sobre cualquier concejal, porque permaneció tanto tiempo como, por ejemplo, Oscar Ibáñez siendo concejal en el Partido Justicialista.
Fue de esos secretarios de bloque a los que se los encontraba siempre en el Concejo Deliberante, sobre todo de mañana. Durante la estadía de Alfredo López en el deliberativo (1995-1999), estaban juntos todas las mañanas. Las tardes eran para el café en el Club Alem y un partidito de casín, otra de sus pasiones además de la política. Se lo veía pasar por delante del municipio, de ida y de vuelta a su casa (vivía en la calle Sarmiento), con el taco enfundado en una mano y el infaltable cigarrillo en la otra.
Era habitué a las mateadas que se armaban en la lanera de Marta Mezquía, en la avenida Belgrano. Allí mientras Marta fue concejal (1997-2001), pasaba seguido a tomar mate de una pava que se calentaba sobre una Valigas, aún en verano. Ahí compartía charlar políticas y de la vida, sentado en una banqueta o sobre un cajón lleno de madejas, con la anfitriona, con el también concejal de entonces Rubén Arturo Palacios (1999-2003) y con Bety Alba, entre otros.
No habían coincidido mucho en espacios políticos internos con Palacios y con Mezquía (sí con Alba en algún momento), y eran imperdible las discusiones, en algunos momentos acaloradas; pero siempre dentro del respeto que se tenían como correligionarios. Marta no se callaba, Bety tampoco, Miguel menos, y Rubén Arturo era el más cauto, que escuchaba mientras con el índice derecho se subía los lentes hasta la frente nuevamente.
Era un secretario de bloque de esos que hacían los proyectos, de los que laburaban. Le tiraban una idea y el tipo armaba a máquina el proyecto, se los mostraba a los concejales, se los hacía firmar y lo presentaba por secretaría. Durante años los proyectos del bloque de la UCR eran autoría de Miguel Zuccarino, al margen de que la idea hubiese surgido de algún edil.
Allá por 2011, justo cuando el radicalismo perdió el municipio luego de 16 años de gobierno ininterrumpido (14 de Juan Carlos Simón más 2 de José Gabriel Erreca), se jubiló y ya no se lo vio tanto. Es muy probable que no haya ido nunca más al Concejo, puede que haya pasado a saludar a Marcelo "Chamaco" Valdez, con quien compartió años de HCD, cada uno en su función.
De aquel grupo original la mayoría ya habían fallecido cuando más lo tratamos, y con el ex intendente Simón no terminó de la mejor manera. Zuccarino, como se dijo más arriba, era del MAY y era de los ortodoxos, de esos que no se corren ni medio metro de donde están, y Simón en cierta forma, al menos políticamente, lo había defraudado. De todas maneras hay que reconocer que mientras Simón fue intendente, Miguel siempre fue el secretario del bloque. Quizás por respeto a todo lo vivido juntos otrora; pero también porque lo necesitaban, era difícil imaginar un reemplazante con la eficiencia de Miguelito.
Le dio sin dudas los mejores años de su vida a la política y al radicalismo; aunque era difícil verlo en el comité radical. Pudo haber tenido alguna aspiración a concejal, posiblemente; pero o no se la ofrecieron o si lo hicieron no la aceptó, prefería la secretaría del bloque, y se la respetaron hasta su jubilación.
En lo personal formó una familia, crió e hizo a estudiar a sus tres hijos varones, de los que se sentía orgulloso, pese a que a algunos de ellos los veía poco por la distancia geográfica que los separaba en tiempos en que no había redes ni las facilidades de comunicación que hay hoy en día.
Se fue Miguelito Zuccarino, y quienes lo conocimos lo tendremos siempre en el recuerdo. Sería muy bueno que el espacio fisico que ocupa en el Concejo Deliberante el bloque de concejales de la Unión Cívica Radical lleve su nombre, nadie, ningún edil, en ningún tiempo, estuvo más que él ahí adentro, por más de 20 años. Descansa en Paz.
El intendente y el senador provincial estuvieron acompañados por autoriades de salud y del Hospital Capredoni.