“Mucha gente fue obsecuente en ese momento, y cobró; yo no, siempre dije lo que pienso".
— Julio Mendiberry sobre su alejamiento de Juan Carlos Simón.
Había nacido en Urdampilleta 76 años atrás, donde abrazó la causa por el radicalismo siguiendo los pasos de Rodolfo Subiat, entre otros; pero algunos manejos de las elecciones en tiempos del peronismo proscripto lo llevaron a alejarse de la militancia y a atender el negocio familiar junto a su padre.
El regreso a la democracia en 1983 lo llevó a participar de nuevo, en aquella elección que ganó su coterráneo y compañero de bachiller en el ex IESU, Alfredo Carretero. Julio ocupó la Dirección de Industria.
En 1985 se sumó al MAI, de la mano de “dos próceres” como Alberto Iroz y Armando Miguel, y se afilió al radicalismo, partido del que llegó a ser convencional por Bolívar al comité provincia.
No fue parte del gobierno de Julio Ruiz por múltiples razones. Pero siguió haciendo política a través del Ateneo “26 de junio” que fundó. Y se fue con el azuleño Balbino Zubiri como su asesor a la Cámara de Senadores de la provincia de Buenos Aires en 2003.
Fueron notables sus diferencias con Juan Carlos Simón después de haberlo acompañado a llegar a la comuna en 1995. “Mucha gente fue obsecuente en ese momento, y cobró; yo no, siempre dije lo que pienso. Y eso que yo lo postulé a Simón como uno de los hombres que debía participar de la reforma de la Constitución en 1994 pese a que varios me decían que estaba loco”, recordó hace algunos años en HdP TV.
Fue de los radicales que nunca se alejó del partido, porque entendía que las diferencias había que zanjarlas adentro. Y nunca cambió el domicilio de Bolívar, pese a haber vivido en La Plata por una década. Siempre pensó en volver, por su hijo, sus nietas, sus afectos, sus amigos, su partido.
Se había radicado ya hace algunos años en la ciudad. En el último tiempo se acercó a Juan Carlos Morán y fue parte de la lista que llevó a Daniel Salazar a la presidencia del comité hace hoy justamente un año y tres meses.
Su salud se había deteriorado en el último tiempo; pero él no sabía rendirse. La peleó aquella vez a mediados de los ´90 con los problemas cardíacos y la volvió a pelear ahora, ya más grande. A falta de los “viejos” radicales como los Alabart, los Landoni, se había convertido en uno de los “viejos” de ahora, a los que los más jóvenes escuchaban en el comité, o donde lo cruzaran.
Siempre se menospreció su figura, incluso él no salió con una bocina a decir que era uno de los responsables de que Juan Carlos Simón llegara al municipio en 1995, siempre mantuvo el perfil bajo, no se callaba; pero tampoco salía estruendosamente a gritar “verdades”, que la tenía.
Se fue Julio Mendiberry, se fue Julito, seguramente estará siendo recibido por Iroz y Armando Miguel, que lo llevaron al comité, por Zubiri, que lo llevó al Senado bonaerense, y tantos otros amigos que le dejó la política, como Carlos Díaz, un rival "dentro de la cancha" y un amigo afuera.
Quedan sus charlas, sus consejos, su hablar pausado, sus risas. Se fue un tipo que se hizo querer por muchos, y se lo va a extrañar en más lugares de los que la mayoría supone. QEPD.
El intendente y el senador provincial estuvieron acompañados por autoriades de salud y del Hospital Capredoni.