El temor está en que, como pasó en Laprida, haya alguien contagiado y no tenga síntomas.
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El avance de las distintas fases de la cuarentena intentando volver a la ansiada normalidad que supimos conocer no es fácil. No lo es en los grandes centros urbanos, donde los contagios por estos días se multiplican de a miles, y tampoco en ciudades como Bolívar, que pese a no tener ni un solo caso de coronavirus en más de 80 días, las autoridades siguen tomando medidas para evitar que cuando aparezca el primer positivo, no sea demasiado tarde para aislar.
Lo que ocurre en Olavarría encendió todas las alarmas. De tener tres casos al comienzo de la pandemia, la ciudad serrana pasó a casi 50 en menos de una semana, y es probable que hacia el fin de semana los casos se sigan multiplicando sin necesidad de esperar esos famosos 14 días pasa saber quiénes se contagiaron y quiénes no.
El intendente se reunió el miércoles a la noche con el comité de crisis y con su círculo más cercano para tomar decisiones. La videoconferencia que tuvo con el intendente de Olavarría, Ezequiel Galli, terminó por decidirlo a estudiar seriamente la posibilidad de volver atrás una o dos fases, siempre en pos de la prevención.
Bolívar tiene con Olavarría el mayor vínculo comercial, sanitario y de toda índole dentro de la región, se viaja más a Olavarría (referencia histórica desde siempre) que a 9 de Julio, Pehuajó, Saladillo o Daireaux, que son los otros puntos de contacto directo a través de las tres rutas que atraviesan la ciudad.
Y Olavarría es hoy el principal foto de infección de coronavirus en el interior de la provincia, con medio centenar de casos y con la desorientación de desconocer el origen de los contagios, lo cual hizo que ante la explosión de aparición de pacientes con Covid-19 el intendente de esa ciudad volviera todo a Fase 1, y mantenga hoy sólo abiertos los supermercados, farmacias, los comercios que expenden comestibles y combustibles.
Volver una o dos fases para atrás implicaría dejar sin efecto la chance de salir a caminar, a correr, a andar en bicicleta. Medida que se tomaría en las próximas horas. Habrá que ver qué otra cosa se vuelve para atrás, el horario de las 18 horas es uno de los puntos en discusión, como lo fue desde el cominezo, porque si bien el virus no tiene horario, dos horas más de circulación son dos horas más de posibles contagios en el caso de que el virus llegue o ya haya llegado y no haya sido detectado aún.
El caso de Laprida también alarmó a Pisano. El paciente 0 de esa ciudad se contagió 10 días atrás en Olavarría; pero recién los síntomas le aparecieron dos días atrás, y ayer ya se registraron tres nuevos contagios de personas que estuvieron en contacto con el primer infectado.
Se sabe que hubo gente de Bolívar en Olavarría incluso el mismo día que se descalabró todo con aquellos primeros casos que despertaron el interés de los medios nacionales y que hicieron bajar a la ciudad serrana a todo el equipo sanitario de Provincia. Las personas que se sabe fehacientemente que estuvieron en Olavarría hace diez días han sido controladas y se mantienen negativas y asintomáticas; pero el desconocimiento del virus es tal que no se sabe a ciencia cierta si pueden llegar a estar infectados o no. Hasta la propia Organización Mundial de la Salud va y viene con medidas y publicaciones que se contradicen al respecto.
Pisano ha sido precavido desde el minuto 1. Fue de los primeros intendentes en tomar las medidas sanitarias que hoy vemos, pese a que en todo momento fue conciente de que el virus va a llegar de uno u otro lugar, de uno u otro modo.
La responsabilidad individual es la que hace pensar al intendente en volver para atrás unos pasos. Sabe que ha habido reuniones, que no se han respetado las medidas que se decidieron; pero como el virus no estaba y no había sospechas de que estuviera, las cosas no pasaron a mayors. Ahora no sabemos si el virus está o no está, Olavarría está muy cerca y el caso de Laprida es uno de los que hay que mirar, porque se puede replicar acá, y ante la conducta de la gente, de no respetar las normas a rajatabla, volver para atrás no suena descabellado.
El coronavirus ha abierto otra grieta. En todos lados están los pro cuarentena y los anticuarentena, en Bolívar también los hay, más adormecidos, porque no son tantos, o porque hasta ahora la han podido bancar sin mayores complicaciones.
No tiene Bolívar más de una decena de camas de terapia intensiva y de respiradores, con esa foto, que se debiera mostrar, la gente tendría que tomar más cocniencia y pensar antes de decir "es una gripe fuerte" o "como soy menor de 60 no voy a tener complicaciones si me toca". Ojalá las 21 camas que se habilitaron en el CRIB no haya que usarlas para los leves cuando el virus llegue, y que no se tengan que usar mucho menos las de terapia. Evitar contagiarse es la clave, retroceder fases es posiblemente la medida más antipática; pero la más segura para controlar la situación sanitaria como ha ocurrido por más de 80 días.
Será durante un mes, el tiempo que dure la licencia de Marcos Pisano.