Hay filmaciones que revelan el ingreso de personal ajeno a los geriátricos ingresando en pleno "blindaje".
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Bolívar tiene más de 20 geriátricos. Si uno repasa la nómina de los inscriptos por geriátrico en el sindicato de sanidad, son contados con los dedos de una mano los trabajadores que realizan esta actividad están en blanco. A esa gente se la "olbigó" a quedarse 14 días sin salir de la residencia en la que trabaja, cuando se estableció el blindaje, y muchos acataron porque la intención que tenían era seguir trabajando.
Pero pasaron los 14 días y no sólo la intención de seguir con el blindaje se mantuvo, sino que ocurrieron algunas irregularidades a lo largo de las dos últimas semanas que encendieron las alarmas. Se había acordado que nadie ajeno a las residencias podía entrar, y hubo casos en los que externos ingresaron. Además de que en algunos no se respetó el protocolo establecido para el ingreso de mercaderías y otros menesteres necesarios para estar encerrados dos semanas.
Ante esta situación, y observando que en España e Italia cuando apareció un caso en un geriátrico hizo desastres, el intendente Marcos Pisano intentó cortar por lo sano y amagó con cerrar estas residencias. Hubo reuniones al respecto ayer en el municipio y en la noche del miércoles se encendieron las alarmas, no sólo de los dueños de los geriátricos que veían peligrar su fuente laboral, sino de parte de los familiares de los abuelos internados, que no tenían del todo claro si iban a ubicar a los adultos mayores en algún lado o los iban a devolver a sus familias.
La resolución del caso pasó para este jueves y en la mañana de hoy se concentraron en el centro cívico propietarios de residencias y familiares de internados para protestar, algo que viola totalmente el aislamiento obligatorio, por más que los manifestantes hayan tratado de guardar los dos metros de distancia entre ellos y hayan asistido con el barbijo, tapaboca y demás cuidados.
Se espera una respuesta oficial para hoy, que aún no está tomada y se desconoce si los movimientos de esta mañana alterarán lo que se tenía pensado hacer, que tampoco trascendió por parte de las autoridades municipales. Es una situación de extremo cuidado por varios motivos, por el sanitario sobre todo, y por la salud de los abuelos más que nada.
El municipio cree que en muchas residencias no se cumplen las normas estipuladas y se siguen manejando como antes. Los dueños de los geriátricos luchan por su fuente de ingreso y los familiares por el lugar en el que se encuentran viviendo sus adultos mayores, en muchos casos desde hace años. Hoy habría una resolución al respecto, por la continuidad o el cierre de las residencias.
El intendente y el senador provincial estuvieron acompañados por autoriades de salud y del Hospital Capredoni.