La gente de los pueblos no se sorprende cuando ve que uno de los suyos vuelve al terruño no sólo en campaña. El caso de González es uno de esos.
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Cada uno busca los votos donde puede, donde supone que lo pueden llegar a querer o conocer más, todos saben cuáles son sus defectos y virtudes a la hora de salir de recorrida, hay timbres que no hay que tocar, puertas que no hay que golpear, barrios a los que mejor no entrar, etc.
Hugo González, por caso, es nativo de Urdampilleta. El abogado nunca deja de visitar el pueblo que lo vio nacer, crecer y al que vuelve cada vez que puede para pasar un rato entre los suyos. Y en campaña, como lo hace por estos días como precandidato a concejal de Progresistas, a nadie le extraña verlo, porque lo ven seguido por el pueblo.
El abogado tomó un montón de boletas, las puso en una bolsa y salió de recorrido. Para llegar a octubre Progresistas necesita unos 350 votos, y González sabe que si la gente que lo conoce desde siempre lo apoya, ya con los que pueda juntar en Urdampilleta estaría pasando las primarias.
Será durante un mes, el tiempo que dure la licencia de Marcos Pisano.