José Gabriel Erreca analiza armar un unibloque en las próximas horas.
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En tiempos en que las cuestiones de género están a flor de piel y la mujer ha cobrado un rol preponderante en los distintos órdenes de la sociedad, fueron dos mujeres las que decidieron ponerle fin a la hipocrecía que se vivía dentro del bloque de Cambiemos en el Concejo Deliberante de Bolívar.
Previo a la sesión preparatoria en la que terminaron jurando los nuevos concejales, eligiendo a las nuevas autoridades del Cuerpo y tomándole juramento al intendente Pisano, los empleados del Concejo separaron dos bancas del bloque de Cambiemos y las pusieron en el medio, sitio que ocuparon en el pasado, entre otros, los bloques de la Unión Vecinal, el Frepaso, el unibloque de Carmelo Salonia, Recrear con Catalina Juaristi, Marcelo Salamanco y Nicio González con el massismo, la Coalición Cívica, Beto Rivas y más.
Todavía no habían ingresado los concejales al recinto y comenzaron las conjeturas. Pero la ecuación era bastante fácil, si de ocho concejales, cinco responden a Juan Carlos Morán, quien perdiera las elecciones frente a Marcos Pisano, los dos que se iban debían estar entre los tres que quedaban afuera de ese grupo. Y si se tenía en cuenta que a pesar de dejar la presidencia, la sesión comenzaba con José Gabriel Erreca de presidente, lo más probable era que las que se abieron camino hacia el medio fueran Laura Hernández y Alejandra Andrés.
Y así fue nomás. Las dos mujeres autodenominaron su bloque "Juntos por el Cambio" y abandonaron Cambiemos, donde por ahora y solamente por ahora Erreca aguanta estoico junto a los 5 concejales del moranismo. De todas maneras, todo indica que el ex presidente del Cuerpo también tomaría nuevos rumbos, y no precisamente para unirse al bloque de las damas, sino a conformar un unibloque.
Un poco de historia
Las "grietas" en el bloque de Cambiemos comenzaron en 2015. A cuatro años de haber perdido las elecciones con Bali Bucca, el radicalismo y sus aliados del Pro y la Coalición Cívica fueron a una nueva elección, la que consagró candidato al contador Ricardo Criado. Hubo varios cortocircuitos previos y acusaciones cruzadas sobre quiénes trabajaron y quiénes no en aquella campaña tras las primarias. Fue derrota 5 a 3 en concejales y los tres que ingresaron al recinto respondían al contador.
Ahí nomás debió haber un quiebre, y no lo hubo. Susana Patti, Gustavo García y Laura Ducasse se sumaron al bloque que conformaban José Gabriel Erreca, Juan José Nicola y Emilia Palomino. Ahí quedaron tres "criadistas" recién ingersados con tres "errequistas" que ya venían de la elección de 2013. Con un agravante, compartían el mismo bloque García con Erreca, cabe recordar que siendo parte del bloque de la Coalición Cívica, el abogado denunció al escribano ante la Justicia. A pesar de eso, siguieron juntos obedeciendo el mandato de "que se doble, y no se rompa".
Pero la elección de 2017 marcó un escenario aún peor pese al contundente triunfo de Cambiemos en aquellas legislativas. Es que convivieron a regañadientes cuatro grupos que se miraban de reojo, algunos más que otros. Las primarias las ganó Erreca sobre Criado; pero ambas listas se fusionaron. Así llegaron al Concejo Deliberante el propio Erreca junto a Alejandra Andrés, Roberto “Tati” Thomann, Laura Hernández y Nicolás Morán. En resumen llegaban a sumarse a los tres que mantenía Criado uno más del contador, mientras que el entonces diputado provincial Manuel Mosca lograba una banca, Erreca reelegía la suya y Juan Carlos Morán sumaba dos escaños. Lisa y llanamente una bolsa de gatos. Ahora completa, porque Hernández y García, denunciadores de Simón y Erreca, quedaban en el mismo bloque junto al escribano.
La armonía se mantuvo pese a que en algunos casos Alejandra Andrés, de Pro, votó apoyando algún que otro proyecto del oficialismo y eso empezó a abrir grietas. Los “criadistas” también aparecían en fotos con el intendente Marcos Pisano y sólo Erreca y el moranismo se mantenían como opositores duros al gobierno municipal. Pero llegó el armado de las listas en 2019 y otra vez más rupturas, Criado, alejado de Erreca, se le unió en busca de ganar las primarias del agosto pasado. Morán, solo, les ganó la de medio tiempo. Mientras tanto el bloque se mantenía junto; pero los comentarios en grupos de whatsapp de uno y otro lado eran de destrucción hacia el otro costado.
Morán perdió con Pisano, el moranismo acusó de que el errequismo y el criadismo, salvo contados casos (recordar los audios de la hoy consejera escolar Mariel Venier) de no haber puesto todo para hacer una elección más digna y el ex titular del RENAPER llevó para el radicalismo la peor derrota de la historia de 1983 a la fecha. El bloque tenía fecha de vencimiento, la segura era el 10 de diciembre; aunque se pudo haber roto antes.
Lo que hicieron Hernández y Andrés fue blanquear una situación que ya se tornaba insostenible. Y esto no quedaría acá, ya que el escribano José Gabriel Erreca ya estaría buscando lugar dentro del deliberativo para armar un unibloque. Se comentó que lo invitaron a formar parte del de las “chicas malas”; pero que agradeció y prefirió esperar unos días más para pensar y ver qué hacer.
Pisano se relame
El blanqueo del estallido de la oposición en mil pedazos no hace más que darle más tranquilidad al intendente Marcos Pisano, quien viene de ganar cómodamente las elecciones y ahora tendrá un Concejo Deliberante no sólo con mayoría y con la presidencia, sino posiblemente con muchos más concejales “amigables” dentro de la oposición que estaría fraccionada a futuro en tres bloques.
El intendente y el senador provincial estuvieron acompañados por autoriades de salud y del Hospital Capredoni.